martes, 19 de agosto de 2008

REALIDAD O FICCIÓN

Minutos después de salir del baño de aquel bar, observé a dos hombres sentados en una mesa contigua que me veían constantemente. No le di importancia, pensé que se trataba de unos admiradores más.

El tiempo pasaba. Horas después sostendría una reunión con otros publicistas para idear una campaña política y necesitaba descansar. Fue entonces cuando decidí abandonar el bar. Me levanté de la mesa y me dirigí hacia la salida. De reojo, noté que los dos hombres se levantaron también y caminaban sigilosamente detrás de mí. El nerviosismo me invadió, y mis pulsaciones aumentaron. Inconcientemente empecé a caminar más y más de prisa, casi corriendo. Cuando por fin logré salir del lugar, volteé para asegurarme que no estuvieran tras de mí. No los vi, entonces me tranquilicé. Caminé hacia mi vehículo, al llegar había un tercer sujeto esperándome. Mi vista se empezó a nublar y distorsionar progresivamente, hasta que me desmayé.

Desperté en la casa de de mis padres. Estaba intacta, pero recuerdo como llegué. No se tampoco si esas tres personas eran reales o producto de las alucinaciones a causa de la cocaína.

La confusión de no saber reconocer más entre la realidad y la ficción, me impulsó a abandonar ese vicio.

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