CASA TOMADA: SÍNTESIS E INTERPRETACIÓN

Al leer cuentos se desarrolla la imaginación, pues se proyecta en la mente imágenes de lo leído. Además tiene la característica que pueden darse variadas, interesantes y válidas interpretaciones.

El cuento de Cortázar narra la historia de dos hermanos que vivían en una casa amplia y antigua (especifica que la antigüedad de la casa elevaba su valor económico y sentimental). La casa estaba dividida en dos partes, una trasera y otra delantera, ambas comunicadas por un pasillo pero separadas por una puerta de roble. Los hermanos pasaban la mayor parte del día en el área delantera. Repentinamente una noche el hermano escuchó ruidos en la parte trasera, por lo que cerró la puerta de roble y le comentó a su hermana (Irene) que habían “tomado” esa parte (no se especifica quién o qué tomó esa parte de la casa). Ante este hecho, los hermanos no tuvieron otra opción que mudarse por completo a la parte delantera, y se lamentaban por haber dejado artículos que amaban en la parte tomada. Días después ocurrió lo mismo, ahora en la parte delantera, ambos se asustaron y dejaron la casa. Resignados se marcharon de su hogar sin nada más que un reloj de pulsera y un tejido.

Mi interpretación de este cuento se basa en el peor enemigo que podemos tener en la vida: el miedo. El miedo es un potente inhibidor que limita y no nos permite actuar, puedo decir que esto desemboca en el pesimismo y la mediocridad.

Irene y su hermano amaban la casa y las pertenencias allí dentro, sin embargo jamás lucharon por recuperar lo que había sido tomado a causa del miedo. Se conformaron con vivir en un espacio más reducido, luego argumentaron que así era mejor, pues ya no tenían que limpiar la parte trasera. Posteriormente se conformaron cuando toda su casa fue tomada y no pudieron sacar nada además de lo que llevaban puesto.

Aplicándolo a lo diario: la vida está conformada por retos y metas, pero siempre se presentan obstáculos que dificultan alcanzarlos. Cuando el miedo toma lugar en nuestra vida, dejamos por un lado lo que amamos y por lo cual hemos luchado sin siquiera protestar, pues así evitamos enfrentar obstáculos por temor al fracaso. Si no nos enfrentamos a esos obstáculos, que muchas veces más bien parecen monstruos aparentemente invencibles, pasado el tiempo nos preguntaremos ¿Cómo sería mi vida si no me hubiera rendido? ¿Era ese problema realmente imposible de vencer? Entonces vivir con esa carga de “si yo hubiera hecho” se torna en un tormento para nuestra vida.

El cuento es claro ejemplo que mientras más cosas una persona se deje quitar, con menos se irá conformando.