lunes, 15 de septiembre de 2008

CARTA A GUATEMALA

Querida Guatemala:

Escribo estas líneas para mencionar muchas cosas que, a pesar de sentirlas, no he manifestado.

Tuve el honor de abrir mis ojos por primera vez en tu territorio.
En tu maravilloso suelo fértil di mis primeros pasos; me sostuviste y sostienes cuando caigo.
Mis pequeños ojos se maravillaron cuando empecé a conocerte.
Tu belleza ha iluminado e inspirado mi corazón.
Te debo la experiencia que he adquirido, que es gran parte de mi vida.
Eres la más hermosa, y pura.

Tu naturaleza era ser perfecta, pero malvados han deformado tu bella figura.
Cuando era pequeña te vía tan sana y perfecta, pero al crecer aprendí a observar, y me di cuanta que no era así.

Me llena de impotente amargura ver lo que te han hecho, enterarme y hasta presenciar que grupos de desgraciados te han golpeado hasta sangrar, violado, humillado, traicionado y burlado de ti. Ellos nunca te amaron y sólo se aprovecharon de tu generosidad. Ahora llevas en ti cicatrices y heridas abiertas de histórico sufrimiento, para las cuales no ha surgido ungüento que logre sanar. No lo puedo concebir. Tú que sólo llena de amor estabas. Tu rostro ahora refleja tristeza, la misma que sentimos todos los que sí te amamos.

Estas tan frágil, tan maltratada y sucia. Mi alma llora al verte así. Y sabes cual ha sido mi error, voltear la mirada para evitar el sufrimiento que me causa tu aspecto, y lo más grave, quizá para evitar ayudarte. Me arrepiento mientras la pena y culpa me invaden al pensar en lo que he hecho. Pero eso acabó. Perdóname por haberte ignorado tanto tiempo, ahora te amo de verdad.

Antes preguntaba estúpidamente a Dios por qué había nacido en ti y no en otro lugar. Tiempo después me di cuenta que te amaba, con tus virtudes y defectos. Déjame decirte que ahora te amo demasiado para lastimarte o abandonarte.

Lamento que hasta ahora empiezo a valorarte y amarte como lo mereces. Pero prometo jamás herirte, jamás maltratarte o ignorarte. Al contrario, quiero ayudarte y cuidarte. Espero que el tiempo perdido pueda ser restituido.

Antes de irme físicamente, quiero se cumpla mi sueño: Ver que logres levantarte de la silla de ruedas donde estas postrada hace mucho, mostrar a los médicos que no te daban esperanza que lo milagros existen. Quiero que vuelvas a caminar, que recuperes tu hermosura y quiero verte completa y gozosa.

Hoy te pongo en las manos de Dios, esperando que logres sanarte. Yo por mi parte, quiero ayudarte, demostrarte que me importas. Quiero ser una de las personas que logren levantarte, quiero vivir y luchar por ti.


Serás la más hermosa dentro de las hermosas.

No hay comentarios: